La otra elección

Por: Juan Cristóbal Constain @jconstain El 25 octubre de este año la ciudadanía bogotana tomará una de las decisiones más importantes en materia de política electoral. Y no estoy hablando de la elección del Alcalde Mayor. En esta fecha también se elegirá el Concejo de Bogotá para el periodo 2016-2020. A pesar de no contar Leer másLa otra elección[…]

El POT de Bogotá en los Medios

Por: Juan Pablo Castro M  – @JuanPCastro El Plan de Ordenamiento Territorial – POT decretado por el Alcalde Gustavo Petro ha sido objeto de críticas y de elogios. Tanto expertos en urbanismo como políticos, ciudadanos y periodistas han dado su opinión al respecto. Algunos se refieren a la forma como fue decretado otros se refieren al Leer másEl POT de Bogotá en los Medios[…]

Y la ciudad en medio…

Por Felipe Morales @felipemoraless Tomado de www.culturarecreacionydeporte.gov.co ¡Politiquero(s)! ¡Mentiroso(s)! ¡Manipulador(es)! ¡Populista(s)! ¡Improvisador(es)! ¡Irresponsable(s)! Estos son solo algunos de los calificativos que con frecuencia van y vienen entre la Alcaldía y el Concejo de Bogotá para describir sus actuaciones frente a la gestión de la política distrital. Nadie creerá que entre ellos debe predominar el cariño, Leer másY la ciudad en medio…[…]

¿Y cuál es la responsabilidad de los partidos políticos en Bogotá?

Por: Juan Pablo Castro – @JuanPCastro

Y es que pareciera que aún seguimos creyendo que los partidos políticos en este país se manejan como grandes empresas ordenadas que definen sus dinámicas locales en amplias convenciones nacionales en las que se invitan a sus miembros a tomar decisiones democráticas que todos deben acatar.

Es importante entender que  la realidad de los partidos políticos en nuestro país es otra. En Colombia tenemos unos partidos políticos sumamente débiles que funcionan según el capricho de algunos barones electorales (nótese bien la distinción deliberada de género) y no precisamente según directivas o decisiones nacionales. La prueba más evidente de esta situación la vivimos día a día en Bogotá.

No tenemos que buscar ejemplos macondianos de las particulares situaciones que se viven en la política tradicional de zonas apartadas del país para evidenciar que las dinámicas políticas locales funcionan como ruedas sueltas de las apuestas nacionales que asumen los partidos políticos.

En Bogotá fuimos testigos de cómo entre el 2008 y el 2011 el Partido de la U y el Polo Democrático Alternativo, cuyas apuestas programáticas parecieran ser completamente contradictorias, terminaron aliados para “co-gobernar” la ciudad.  No obstante, la consecuencia de esa coalición de “gobierno” la estamos viendo hoy en las cárceles de la ciudad y en el deterioro de la calidad de vida de todos los bogotanos. Mientras tanto, y al mismo tiempo, en el Congreso de la República representantes del Polo Democrático Alternativo, dentro de ellos el hoy Alcalde de Bogotá Gustavo Petro, denunciaban a congresistas del Partido de la U y otros partidos por sus nexos con grupos paramilitares desatando una guerra a muerte en la política nacional.

A nivel local como hormiguitas por la repartición del poder en jugosos contratos y cargos burocráticos y a nivel nacional como perros y gatos por la disputa del poder territorial. […]

La Secretaría de la Mujer: No hay Nada que Celebrar

Por: Diego Laserna @DgLaserna

Las sesiones extra del Concejo de Bogotá no dejaron ni cupo de endeudamiento para el metro ligero ni Secretaría de Seguridad, pero lo que si dejaron entre un montón de palmadas en la espalda fue la aprobación en primer debate de la largamente proclamada Secretaría de la Mujer. De hecho la creación de la secretaría encontró un ambiente tan receptivo en el concejo que varios partidos políticos reclaman su paternidad. Pero entre tantas palmaditas y abrazos, cabe preguntarse ¿para qué exactamente va a servir la Secretaría de la Mujer?

Con el fin de evitar confusiones y discusiones insulsas quiero aclarar que nadie duda que las mujeres han sido un sector poblacional desfavorecido y discriminado históricamente en Colombia pero hay varias razones para creer que una secretaría no es la mejor herramienta para combatir el arraigado machismo que hay en nuestra cultura ni para que la administración pública sea más receptiva y eficiente en atender las necesidades de las mujeres.

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