La otra elección

Por: Juan Cristóbal Constain
@jconstain

El 25 octubre de este año la ciudadanía bogotana tomará una de las decisiones más importantes en materia de política electoral. Y no estoy hablando de la elección del Alcalde Mayor. En esta fecha también se elegirá el Concejo de Bogotá para el periodo 2016-2020.

A pesar de no contar con una cobertura mediática tan extensa – y tan mediocre y sesgada – como la tiene la campaña por la Alcaldía Mayor, las elecciones al Concejo de Bogotá deben asumirse con responsabilidad y con suficiente información sobre este cuerpo colegiado, sobre quienes son los actuales concejales, los que buscan repetir y quienes se quieren abrir camino en la política a través de este espacio.

El Concejo de Bogotá es una de las instituciones con peor reputación y reconocimiento en la ciudad. De acuerdo a la Encuesta de Percepción Ciudadana de 2014,elaborada por Bogotá Cómo Vamos esta institución tiene un 37% de favorabilidad y solo un 19% de los encuestados le reconoce una ‘buena gestión’. Esto se debe a que no es un secreto que la corrupción en la ciudad ha encontrado aliados poderosos en el Concejo y que desde ahí también se han planeado y ejecutado saqueos a las finanzas públicas de Bogotá. Sin embargo, se debe hacer una aclaración sobre la corrupción en el Concejo: sería una irresponsabilidad estigmatizar a toda una institución por los actos delictivos de algunos. Ver notas El Tiempo y El Espectador.

El Concejo también ha sido el lugar donde de manera responsable se ha hecho seguimiento a la administración distrital y se han propuesto proyectos que han beneficiado a la ciudadanía. Dado que estamos en época electoral, prefiero no hablar aquí de las buenas figuras que han pasado y que hoy en día permanecen en el Concejo, pero la mayoría son conocidos y conocidas. Pero para formarse una opinión no esta de más leer el informe de Concejo Cómo Vamos, el artículo “Así le fue al Concejo”, “El Nuevo Concejo de Bogotá” o “Los concejales investigados que fueron reelegidos en Bogotá”

La relación entre la Administración de la Bogotá Humana y el Concejo ha sido desastrosa. Debido a la falta de interés por parte y parte, esta relación nunca se compuso y como consecuencia, temas de vital importancia para la ciudad como el Plan de Ordenamiento Territorial, el cupo de endeudamiento, entre otros, están en un limbo jurídico. La falta de carácter que han demostrado tanto la Administración como el Concejo ha perjudicado a la ciudad. Estos son algunos de los titulares que demuestran esta pelea:

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Esta pelea se ha prestado para que el Alcalde exponga su talante soberbio, terco y autoritario, que no asume responsabilidad alguna por el estado de las cosas en la ciudad y que culpa de la mayoría de sus males a una corporación que le ha dado también la razón. En esta pelea el concejo también ha generado la imagen de ser una corporación politiquera, calculadora y vengativa.

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 Al fin y al cabo, es la ciudad la que pierde por todas partes gracias a la confrontación política de sus máximas autoridades electas. Si bien las maquinarias políticas ya están aceitadas y listas para emprender el proceso electoral, en la contienda local para el Concejo hay mayor potencial para generar voto de opinión y elegir a personas que sean capaces de poner sus intereses políticos, económicos y mezquinos a un lado para debatir con altura las propuestas del próximo alcalde, cosa que no hizo la corporación en este periodo.

El Concejo de Bogotá es una institución poderosa. Tan poderosa como la Alcaldía Mayor. Hoy en día, a pesar de tener una fuerte resistencia de líderes un poco más independientes y responsables, está en manos de las maquinarias políticas. Por tanto es necesario escoger responsablemente tanto el Alcalde como a quienes van a hacer parte del Concejo. En las elecciones anteriores se inscribieron 428 candidatos al Concejo, buscando 45 curules. Para este año la cifra puede ser superior, por tanto, la recomendación es que vaya conociendo más sobre quienes quieren aspirar, sus propuestas, su procedencia política y su compromiso con la ciudad.

Los 45 miembros del Concejo serán quienes harán control político, presentarán propuestas y trabajaran de la mano – o no – con el alcalde/alcaldesa de turno. Es un trabajo demasiado importante como para dejarlo en manos – nuevamente – de maquinarias políticas. Desde el Combo 2600 estamos comprometidos con informarnos, llevar acabo un ejercicio ciudadano de reflexión y debate. Esa también es su responsabilidad.

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