Justicia en Ruinas

Por: Santiago Pardo @SantiagoPardoR (Columnista Invitado) Hace unos años Linda Mulcahy publicó un estupendo libro partiendo de una sencilla premisa: la arquitectura legal es una expresión física de los ideales de justicia de una sociedad. Aunque el libro se concentra en estudiar la distribución de espacios de las cortes inglesas la reflexión general que sugiere Leer másJusticia en Ruinas[…]

¿Y cuál es la responsabilidad de los partidos políticos en Bogotá?

Por: Juan Pablo Castro – @JuanPCastro

Y es que pareciera que aún seguimos creyendo que los partidos políticos en este país se manejan como grandes empresas ordenadas que definen sus dinámicas locales en amplias convenciones nacionales en las que se invitan a sus miembros a tomar decisiones democráticas que todos deben acatar.

Es importante entender que  la realidad de los partidos políticos en nuestro país es otra. En Colombia tenemos unos partidos políticos sumamente débiles que funcionan según el capricho de algunos barones electorales (nótese bien la distinción deliberada de género) y no precisamente según directivas o decisiones nacionales. La prueba más evidente de esta situación la vivimos día a día en Bogotá.

No tenemos que buscar ejemplos macondianos de las particulares situaciones que se viven en la política tradicional de zonas apartadas del país para evidenciar que las dinámicas políticas locales funcionan como ruedas sueltas de las apuestas nacionales que asumen los partidos políticos.

En Bogotá fuimos testigos de cómo entre el 2008 y el 2011 el Partido de la U y el Polo Democrático Alternativo, cuyas apuestas programáticas parecieran ser completamente contradictorias, terminaron aliados para “co-gobernar” la ciudad.  No obstante, la consecuencia de esa coalición de “gobierno” la estamos viendo hoy en las cárceles de la ciudad y en el deterioro de la calidad de vida de todos los bogotanos. Mientras tanto, y al mismo tiempo, en el Congreso de la República representantes del Polo Democrático Alternativo, dentro de ellos el hoy Alcalde de Bogotá Gustavo Petro, denunciaban a congresistas del Partido de la U y otros partidos por sus nexos con grupos paramilitares desatando una guerra a muerte en la política nacional.

A nivel local como hormiguitas por la repartición del poder en jugosos contratos y cargos burocráticos y a nivel nacional como perros y gatos por la disputa del poder territorial. […]