Del ayer y hoy
Por: Martín Rivera @riveraalzate
Se dice que TransMilenio fue la joya de la corona en Bogotá. Y en verdad sí lo fue. ¿Cómo negar que este sistema de transporte masivo le cambió la cara a la ciudad y la vida a buena parte de sus habitantes? Es necesario ser miope para no ver lo que fue –y significó- la puesta en marcha de este innovador sistema en 2000. Ponerse de acuerdo y tener la voluntad política para iniciar un proyecto al largo plazo fue suficiente y necesario para iniciar ese proceso de cambio. Entonces, ¿qué pasó? ¿Por qué el pasado viernes 9 de marzo se vivieron momento anárquicos en algunos puntos de la ciudad y se destruyeron más de cinco estaciones del preciado sistema cuyos costos de reparación llegan a los 1.000 millones de pesos?