El Virus: lo que vamos y lo que nos falta

Por: Diego Laserna

 

No pretendo ser un experto en el coronavirus. De hecho no sé mucho del tema de salud y nunca antes me había interesado en los virus. Pero ahora, como a todos, me ha caído una avalancha de información al respecto y quiero compartir lo que he entendido pero sobre todo mis dudas con ustedes. Tal vez así podamos poner un granito de arena en el esfuerzo para salir de esta locura.

A estas alturas ya todos debemos tener claro que este virus es una cosa seria y que si no hacemos nada va a matar mucha gente y a acabar con nuestra economía.

Como la mayoría de los líderes del mundo no sabían mucho más de pandemias que usted o yo cuando les tocó reaccionar, los más responsables, han recurrido a los estudios científicos para saber qué hacer y de esos estudios, quizás el más reconocido es este del Imperial College.

La estrategia de Bogotá frente al virus según la describió Claudia López en esta entrevista parece estar muy influenciada por ese estudio. Y la lógica de Claudia es sencilla, impongamos una cuarentena para reducir el contagio del virus mientras hacemos dos cosas:

  1.  Logramos fortalecer el sistema de salud (en particular las UCIs) para enfrentar la demanda que va a tener a medida que crezca el contagio.
  2. Conseguimos suficientes pruebas y equipos de vigilancia epidemiológica para poder identificar y aislar a todos los enfermos y a las personas con que han estado en contacto.

Esta gráfica del estudio del Imperial College ilustra (para el Reino Unido) el primer punto de la estrategia recién descrita. La línea negra es el número de camas en UCI que se van a necesitar si no se hace nada, la naranja las que se van a necesitar si se toman distintas medidas (aislamientos de casos positivos, cuarentena de las personas cercanas a los casos positivos y el distanciamiento social de toda la población). La línea roja es el número máximo de camas de UCI al que se puede en este marco de tiempo y la sombrita azul lo que durarían las medidas mencionadas en paréntesis.

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Gráfica del artículo “Impact of non-pharmaceutical interventions (NPIs) to reduce COVID19 mortality and healthcare demand” del Imperial College COVID-19 Response Team

Es una gráfica preocupante porque deja la impresión que a pesar de tener unas medidas súper restrictivas durante cinco meses (con un costo económico enorme) e invertir de manera importante en aumentar las capacidades del sistema de salud, en el mejor de los casos la cantidad de personas que se van a enfermar y no van a recibir la atención adecuada (la diferencia entre la línea roja y el punto más alto de la naranja) va a ser muy alta (en este ejemplo, sería por el orden del 95% de los pacientes críticos). Además, y esto hay que subrayarlo, la línea roja (camas en UCI) es la del Reino Unido, en Colombia sería aún más bajita.

Por lo tanto, lo que deja claro esta gráfica es que a punta de solo distanciamiento social y fortalecimiento del sistema de salud, no vamos a salir de esta. La distancia entre la línea roja y la naranja es demasiado grande (en este ejemplo más de 100 camas por cada 100.000 personas) para que en un futuro cercano logremos ampliar el número de UCIs y que no se nos quede nadie sin atender.

Es decir, hasta hace poco yo creí que el único objetivo era aplanar la curva de curva de contagios mientras se fortalecía el sistema de salud lo suficiente para atender a todos los pacientes críticos. En ese orden de ideas no importaba mucho si la mayoría nos contagiábamos porque íbamos a poder tener una atención hospitalaria adecuada. Según la gráfica que mostré anteriormente del Imperial College, eso es una utopía. Así aumentemos agresivamente el número de camas en UCI (como hay que hacerlo) si el pico es tan alto como lo anticipa este estudio, la gran mayoría de los enfermos críticos, se van a quedar sin el tratamiento adecuado y van a morir. Por lo tanto hay que hacer algo más para que el pico naranja baje.

Ahí es que entra el segundo punto descrito por López (y en esto el estudio del Imperial College es menos concreto), no sólo hay que lograr que menos gente se contagie a través de aislamiento social y fortalecer el sistema de salud, sino que hay que ir a pescar muy agresivamente a los que ya están contagiados incluyendo a los contagiados sin síntomas. Para eso se necesitan hacer muchas más pruebas y hacer un rastreo hiper riguroso de las personas con que han estado en contacto. En la entrevista con Yamid Amat, Lopez dice que para eso son las 225.000 pruebas que la alcaldía va a conseguir y las 1000 personas que van a contratar para hacer vigilancia epidemiológica, es decir rastrear los contactos que han tenido los casos positivos. Súper bien, pero ¿es suficiente?

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Ministerio de Salud y Protección Social — Instituto Nacional de Salud

Hoy 6 de abril del 2020, hay 861 casos identificados en Bogotá ¿cuántos hay reales? ¿ocho, diez veces más? ¿cuántas personas más han contagiado ellos? ¿cuántas personas van a contagiar hasta que los identifiquemos y aislemos? ¿cómo los vamos a identificar a todos? ¿es suficiente el equipo de vigilancia epidemiológica de mil personas?

Esto es un camello hacerlo aún teniendo a casi todo el mundo encerrado, pero como es evidente no vamos a poder tener a casi todo el mundo en sus casas durante años y cuando relajemos la cuarentena (como con un “aislamiento inteligente”) va a ser aún más difícil identificar y aislar a los contagiados. Por eso no es solo clave aguantar la cuarentena lo más posible, sino que solo se relaje cuando hayamos detectado la mayor parte de las personas con que los enfermos ya tuvieron contacto.

Como mencioné antes, el estudio del Imperial College no hace tanto énfasis en cómo poder encontrar y aislar las personas infectadas antes de que tengan síntomas pero este artículo del empresario y consultor Tomás Pueyo sí. Según él las claves para poder controlar la epidemia en Corea, Singapur y en China fueron las siguientes:

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Y es en estas dos últimas líneas, testo masivo y rastreo de contactos, que creo que tenemos que hacer énfasis si queremos bajarle el pico a la curva naranja. Según Pueyo, algunas de las herramientas que fueron usadas en Asia para fortalecer el testeo y el rastreo a los contactos fueron:

· Testeos masivos de fiebre (con scanners de temperatura)

· Controles de temperatura y salud (en estaciones y aeropuertos)

· Aplicaciones móviles para rastrear contactos

· Contraste de información de tarjetas de crédito y tarjetas del transporte público para determinar ubicación y exposición al riesgo

¿Será que podemos aplicar estas estrategias en Bogotá? No sé qué tan caras sean pero nos ayudarían a hacer un rastreo más eficiente de los contactos que han tenido los casos positivos y que pueden estar enfermos sin tener síntomas aún.

Según el mismo artículo, Corea del Sur y Singapur estando mucho más expuestos al virus que nosotros lograron controlarlo sin medidas radicales de distanciamiento básicamente porque aplicaron rigurosamente estas dos estrategias.

Acá vale la pena gastarle un par de frases a la propuesta del “aislamiento inteligente” del presidente Duque. Todos queremos volver a salir a la calle y reactivar la economía, pero hacerlo (así sea parcialmente) sin tener un sistema de salud robustecido, una capacidad de testeo masivo y la posibilidad de rastrear todos los contactos de las personas enfermas sería desastroso. No sólo borraríamos con el codo el esfuerzo que hicimos durante la cuarentena, sino que seríamos incapaces de hacerle seguimiento a los nuevos contagios y en un futuro cercano nos tocaría volver a tener una cuarentena aún más rigurosa.

Habiendo dicho eso, el extremo opuesto tampoco es sensato. Obviamente para controlar la situación lo ideal sería tener la mayor cantidad de gente la mayor cantidad del tiempo encerrados mientras ubicamos todos los casos positivos y los aislamos. Pero esa vuelta se demora y como hemos podido ver en Colombia estos días si la economía no se reactiva, aunque sea un poquito el país se va a derrumbar. Por eso tal vez toca medio soltar la economía antes de que se hayan identificado y aislado absolutamente todos los casos reales pero se necesita avanzar mucho más antes de hacerlo. Eso es lo que muestra la famosa “gráfica del acordeón.”

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Gráfica del artículo “Impact of non-pharmaceutical interventions (NPIs) to reduce COVID19 mortality and healthcare demand” del Imperial College COVID-19 Response Team

Esta primera es la versión de la “gráfica del acordeón” del Imperial College, con unos aumentos mucho más marcados en el número de casos cuando se relaja la cuarentena. Esta segunda es la de Pueyo en la que gracias a que fue más eficiente el aislamiento de casos positivos durante la cuarentena y que no se cancelan del todo las medidas de distanciamiento social, es menor el aumento cuando la cuarentena se relaja. Pero lo que es claro es que en cualquiera de las dos, se está pagando con más casos positivos el reabrir la economía y que ese “pago” solo se puede hacer si mientras estamos en cuarentena pescamos la gran mayoría casos positivos.

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Gráfica del artículo de Tomás Pueyo “The Hammer and the Dance.” Borré algunos textos de la original para mayor claridad

Por lo tanto no creo que deba haber ninguna clase de relajamiento de la cuarentena hasta que se fortalezca la capacidad del sistema de salud, se puedan hacer testeos masivos y haya una robusta capacidad de hacerle rastreo a los contactos de las personas contagiadas. Toca ponerles número a cada uno de esos objetivos pero no soy nadie para especular con eso.

Para poder hacer testeo masivo y seguimiento de contactos de manera eficiente es necesario usar tecnologías que aún no estamos considerando en Bogotá. El uso de estas tecnologías implican ceder en nuestra privacidad y deben ser costosas pero por lo que puedo ver son la única forma de encontrar y aislar los casos positivos antes de que contagien mucha más gente.

El famoso escritor Yuval Harari escribió un artículo bastante persuasivo que dice que si cedemos nuestra privacidad hoy por miedo al virus es posible que no la recuperemos nunca y que la mejor forma de combatir el virus no es cediendo nuestra privacidad sino confiando en la ciencia, con pedagogía y siendo conscientes de cómo podemos prevenirlo. Él lo llama el “empoderamiento de los ciudadanos.” Algo así como que si nos medimos nuestra propia temperatura no hay que esperar a que el gobierno lo haga, que si solo tenemos los contactos necesarios para sobrevivir no necesitamos apps móviles que rastreen nuestros contactos, etc. Acá en Colombia, ya empezamos este debate sobre la privacidad de los datos pero no alrededor del seguimiento de los contactos sino de cómo conseguir la información de las personas para poder hacerles transferencias monetarias. Hay que buscar un balance legal y técnico entre ceder en nuestra privacidad y darle al estado las herramientas para controlar el virus.


Para concluir, y reiterando que estoy lejos de ser un experto en este tema, creo que Bogotá ha sido juiciosa en encerrarse y mientras tanto hacer un esfuerzo para aumentar la capacidad del sistema de salud. Pero el encierro no es suficiente para ganarle al virus. Para deshacerse del virus toca ir y buscarlo activamente. Para hacer eso Bogotá tiene pensado hacer 225.000 pruebas y tener 1000 personas dedicadas a hacer vigilancia epidemiológica, pero no sé si eso sea suficiente. Los países asiáticos que han logrado controlar este virus han usado la tecnología ampliamente y sólo eso les ha permitido tener medidas más laxas de distanciamiento social. Creo que acá tenemos que hacer lo mismo. Sí, supone unos costos y unos riesgos pero creo que es la única forma de salir de esto y si lo hacemos bien (según Pueyo) no tendríamos que estar encerrados durante muchos meses más.

Dudas surtidas

· En algún punto vamos a tener que reabrir algunos sectores de la economía ¿ya tenemos unos sectores priorizados? ¿hay alguien pensando en eso?

· Si logramos controlar el virus en Bogotá y en Colombia ¿cómo vamos a hacer para que no siga volviendo desde el exterior?

· ¿Qué se necesita hacer legalmente para poder acceder a la información necesaria para hacer el rastreo de contactos de los bogotanos?

· ¿Por qué no hace el distrito públicas la información sobre el número de pruebas que se han realizado, dónde y sus resultados?


Para conocer más de mi trabajo, me puedes seguir en Twitter, Instagram y Facebook como @lasernabogota

1 comentario en “El Virus: lo que vamos y lo que nos falta

  • BASTANTE ILUSTRATIVO EL ARTICULO. TOCÓ TEMAS DE SUMA IMPORTANCIA Y CREA INTERROGANTES QUE TODAVÍA NO PODEMOS RESOLVER. MUY CIERTO LO DEL ESCRITOR YUVAL HARARI, AL HABLAR SOBRE EL «EMPODERAMIENTO DE LOS CIUDADANOS», EN NOSOTROS EXISTE LA RESPONSABILIDAD DE PROTEGERNOS Y NO ESPERAR A QUE EL GOBIERNO ACTUÉ; ESTO PUEDE SER DEMASIADO TARDE.

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