¡Bogotá no necesita un político, necesita un publicista!

Por: Valeria Hurtado Muñoz

¿Qué pasa con Bogotá?

Analizar lo que pasa en Bogotá, y por qué la ciudad dejó de ser un referente (actual) en temas urbanos, tiene varias aristas, en mi opinión, asociadas a la calidad de vida, y que se relacionan entre sí:

  1. Los indicadores de la ciudad
  2. La percepción ciudadana
  3. El marketing urbano.

Es bien sabido que aunque los indicadores reflejen una mejoría en las ciudades, la percepción ciudadana puede ir en sentido contrario, ahora bien, ¿en términos de calidad de vida qué es más preponderante: los indicadores o la percepción? ¿Cómo es que la percepción ciudadana puede ser negativa, aunque los indicadores demuestren que la ciudad va por un buen camino?

Es justamente lo que pasa en Bogotá: de acuerdo a indicadores presentados por la Secretaría Distrital de Planeación, para 2014 la ciudad está mejor de lo que ha estado siempre en temas trascendentales como: cobertura de salud, educación y servicios domiciliarios básicos, pero en la encuesta de percepción que hace Bogotá Cómo Vamos[1], la ciudad sale rajada por la opinión de los ciudadanos: el 30% de los encuestados opina que las cosas en Bogotá no van por buen camino, y el 46% (la cifra más alta desde 2000) no se siente orgulloso de la ciudad.

Haciendo un sondeo breve entre mis amigos y familiares, sobre su sentimiento hacia la ciudad, evidencié el descontento, algunos incluso sienten que PADECEN la ciudad, muchos están pensando en irse porque no encuentran atractivo seguir en Bogotá. Sin embargo, esta es la ciudad que tiene las mejores universidades del país, los empleos mejores pagados, la red de bibliotecas más grande, los mejores teatros, etc…

Aunque el descontento parece generalizado, vale la pena resaltar que Bogotá sigue siendo la ciudad más habitada del país, además de que recibe más población de otras ciudades e incluso de otros países, un factor determinante para que la ciudad progrese. En palabras de Edward Glaeser “La verdad central que hay detrás del éxito de la civilización y el motivo primordial por el que existen las ciudades es la fuerza que emana de la colaboración humana”,  ¡Bogotá tiene TODO para ser atractiva!

Fuente: http://luisamontalvo.blogspot.com/

Ferrán Casas define la calidad de vida como las percepciones… que los miembros de todo conjunto social experimentan en relación a su entorno…,  incluyendo los servicios que se les ofrecen y las intervenciones sociales de las que son destinatarios y que emanan de las políticas sociales. Hay entonces una relación entre la percepción de los ciudadanos y su valoración de lo que ES la calidad de vida.

Ahora bien, ¿cuál es la clave para empatar los buenos resultados en términos de indicadores y la percepción de la gente? Se llama marketing de ciudad.

No se trata de auto-propaganda pagada en un canal local o de campañas en twitter que le estén “recordando” a los ciudadanos los resultados (que se suelen presentar de manera aburridísima) de la administración, se trata de tomar una decisión: desarrollar una estrategia de transformación urbana y acompañarla de una buena campaña de marketing para visualizar ante los ciudadanos y ante el mundo, la actitud proactiva del político de turno y DE LA SOCIEDAD hacia la búsqueda de calidad de vida.

Si, la sociedad juega un papel determinante en el marketing urbano, las empresas, las ONGs y por supuesto, como actores fundamentales de la realidad, los ciudadanos, también juegan un rol en la construcción del imaginario que se “vende” de la ciudad. Vivir o establecerse en un lugar que se percibe con calidad de vida, genera valor incluso para la actividad económica que desarrolla cada uno de los actores antes mencionados.

¿Serviría de algo entonces que los bogotanos sientan, perciban y hablen de que viven en un lugar “chévere”? ¿El marketing de ciudad, puede atraer recursos que incidan en la misma transformación urbana de la ciudad? Parece incuestionable la repuesta, pero más allá de los beneficios económicos que estas políticas conllevan; ¿estará relacionada la autoestima ciudadana y su calidad de vida con una buena estrategia de psicología social, por ponerla en otros términos? ¿Valdrá la pena invertir recursos económicos y físicos en una tarea como esta y aumentar la confianza que se crea entre los inversionistas, los mismos que generan empleos para los habitantes de un lugar u otro?

Si somos conscientes como sociedad: empresarios, políticos, ONGs y ciudadanos, de la importancia que tiene darle valor a la ciudad, podemos contribuir con este propósito y beneficiarnos de los resultados. Hablar mal de Bogotá y de sus dirigentes no da resultados, quejarse no contribuye, así que la tarea es crear una estrategia en todos los niveles (personal, organizacional y como ciudad) para vender lo que somos, porque al final la ciudad es justamente el reflejo de la acción colectiva en la que todos tenemos un papel importante.

¿Acaso usted no quiere decir y SENTIR que vive en la mejor ciudad del mundo?

 


[1] Resultados Encuesta de Percepción Bogotá Cómo Vamos 2014: http://www.bogotacomovamos.org/documentos/encuesta-de-percepcion-ciudadana-2014/

 

1 comentario en “¡Bogotá no necesita un político, necesita un publicista!

  • Completamente de acuerdo, aparte de lo que todo lo que ya hay funcione, pero funcione bien, la ciudad necesita un Publicista, relacionista público, agente, manejador de imagen como cualquier artista de gran nivel, las percepciones como escribes son clave, no es ocultar lo malo, es saberlo manejar, que un accidente de tránsito no sea la noticia nacional por un mes, y que los logros de ciudad se muestren con bombos y platillos para orgullo ciudadano; No es cuestión de gobiernos y administraciones son sensaciones y percepciones que impactan en la calidad de vida de los ciudadanos.

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