Las dos caras de los centros comerciales

El desarrollo urbano contemporáneo se caracteriza, al menos en nuestra ciudad, por la redefinición del espacio público como un espacio de consumo por excelencia. Lo anterior no solo por el deterioro del sistema distrital de parques, sino por la consolidación del Centro Comercial como el espacio de encuentro y entretenimiento preferido de las familias bogotanas.

Sin embargo, el tema es de matices. De nada sirve una posición radicalmente opuesta a los centros comerciales, que desconozca sus aportes en términos de empleo y la socialización de un consumo percibido como ascenso social. Por otro lado, defenderlos a ultranza es la negación de los problemas de implantación urbana que han derivado en congestión, inadecuado manejo de basuras y una progresiva transición de los usos aledaños hacia tipologías más intensivas en comercio y servicios.

Por lo tanto, la relación de los centros comerciales con su contexto urbano, su impacto a nivel de planificación territorial y las implicaciones en la gestión del suelo, son algunos de los temas  de mayor interés en la discusión actual sobre los asuntos urbanos.

Centros Comerciales en Bogotá.ImagenLos centros comerciales son la manifestación de la consolidación de la clase media urbana (Mapa), que con el crecimiento económico de la ciudad y la posibilidad de acceder gratuitamente a servicios esenciales, puede visitar y gastar, al menos dos o tres veces al mes, en un centro comercial.Imagen

Repositorio documental Combo 2600

El libre comercio también se concreta en los centros comerciales. Las principales decisiones en materia comercial de un país tienen repercusiones territoriales que van transformando la naturaleza económica de las ciudades. A Bogotá llegan los productos y las tiendas más representativas de su contexto regional (La Polar, Falabella) e internacional (Burger King, Papa John’s, Forever 21 entre otros), posicionando nuestra ciudad como un centro económico de envergadura que lucha por consolidarse competitivamente dentro del mercado de las ciudades del mundo.

Mientras tanto, el imaginario de recreación y entretenimiento de la sociedad sufre deformaciones críticas. La preocupación por el aumento de los casos de obesidad es una consecuencia de una patología caracterizada por la preferencia al sedentarismo y el consumo frecuente de productos excesivamente ricos en azucares y grasas que le dan sentido a largas filas de espera e incomodidades en el tránsito peatonal dentro de un centro comercial.

El debate sobre las implicaciones urbanas y sociológicas de los centros comerciales debe darse en Bogotá, pues las consecuencias, tanto positivas como negativas que generan, tienen sin lugar a duda profundas repercusiones en el futuro de la ciudad.

Sebastián Castañeda

Combo 2600

2 comentarios en “Las dos caras de los centros comerciales

    • Pienso que en su momento, el distrito tuvo iniciativas validas para contrarrestar todo esto con proyectos para la ciudadanía que buscaban generar espacios fuera de los centros comerciales y el fomento de la salud con agentes como el IDRD y los proyectos de las plazas de baile y aeróbicos, la ciclovía y demás eventos distritales de los que Bogotá goza.
      Sería interesante ver cómo distintos rumbos de administraciones locales han generado una pérdida de consecución y entusiasmo en gran parte de estas iniciativas, donde lo más grave es que todos somos cómplices.

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