Por: Juliana Oyaga
@Julioyaga
Salir a caminar, perdernos, hablar con las personas en la calle, salir de nuestra zona de confort y conocer nuestra ciudad es uno de nuestros propósitos este año. Por eso el sábado algunos miembros del combo y otros amigos salimos a caminar junto a John Bernal, un excelente guía y gestor cultural por la localidad de los Mártires.
Dependiendo de los lugares por los que pasábamos John iba pidiendo permisos. En ocasiones fuimos con personas habitantes de las calles del sector (aunque no me gusta llamarlos así; pensé y pensé como describirlos, pero no encontré otra palabra para aquellas personas que literal viven en las calles de nuestra ciudad) amigos de John por seguridad y así recorrimos por casi 5 horas la localidad tratando de entender las dinámicas sociales y económicas desde el parque el Renacimiento hasta Plaza España pasando por la zona de alto impacto, el Barrio la Favorita, el Voto Nacional y el Bronx.
Obvio, hubo momentos de tensión y el recorrido fue tan fuerte e impactante que no todos terminaron y prefirieron abortar la misión antes de tiempo.
Es posible que por eso esta historia sea así, un poco caótica, tensionaste, desordenada, difícil de leer, sin ningún hilo conductor pero al final llena de descubrimientos como lo fue nuestra experiencia en Mártires.
Mi intención no es contarles lo obvio, lo que ya todos sabemos y menos contarles paso a paso nuestro recorrido. No les voy a seguir contando lo que nos cuentan todos los días los medios de comunicación; que la localidad es reconocida en este momento por tres cosas:
Por el Barrio Santa Fe, una de las zonas de prostitución más grandes de Bogotá y la primera zona de tolerancia de la ciudad. Que si se dan una vuelta a las 7 de la mañana o en la hora del almuerzo pueden encontrar carros con placas diplomáticas, y de alta gama parqueados en medio de los más de 100 moteles, residencias y whiskerías por todas las calles entre la 19 hasta la 24 y desde la Caracas a la carrera 17.
La localidad también es conocida por el barrio La Favorita, catalogado como una de los barrios más inseguros de Bogotá. Inmerso en un caos, con una nube de smog que no deja ver , lleno de talleres, carros, cientos y cientos de motos, malos olores, micro tráfico, ventas ambulantes, ladrones, basura…
Y por último. El Bronx y la Ele, sin duda el centro más grande de expendio y consumo de droga de la ciudad. En medio de Sayayines, Contadores, Taquilleros, Patinadores y Campaneros convive toda una estructura social con mucha ley y mucho orden. Una república independiente, ahí no entra nadie; ni el Estado.
Pero como se los dije, no les voy a contar lo que ya sabemos, les voy a contar aquellas historias, y lugares ocultos de esta localidad que aún guarda en su arquitectura un toque de nostalgia de aquella belle epoque (http://www.bogota.gov.co/localidades/martires/poblamiento) de comienzos de siglo XX Bogotano.
La carrera veinte está ocupada por más de 120 familias que llegaron hace cuarenta años a tallar lapidas, y adornar las tumbas en el Cementerio Central. Hoy, a pesar de los varios intentos de desalojo por parte del Distrito, tratan de mantener sus tradiciones.
Muestra de esa lucha por conservar lo que saben hacer es el “El festival de la Talla en Piedra y la Flor” que se realiza desde hace 15 años todos los años en la localidad. Son ellos los que a través de la talla en piedra cuentan la historia no sólo de su barrio sino de los grandes acontecimientos históricos de Bogotá y del país.
Pero eso no es todo, detrás del CAI del Barrio Samper Mendoza frente a la JAL de Los Mártires existe El Parque de las Esculturas. Un lugar mágico en medio del tráfico Bogotano que evoca a San Agustín, donde se pueden encontrar algunas de las piezas ganadoras del festival.Para los que les gusta la historia y el arte les tengo un dato; Desde hace un mes y hasta finales de este año los marmoleros de la calle 20 tienen una exposición sobre el Bogotazo con ocho grandes tallas en piedra en el Centro de Memoria.
Puedo apostar que muchos han entrado al Parque Renacimiento y han pasado por desapercibido algo significativo, pues bien, la próxima vez que vayan o si lo visitan por primera vez se encontrarán de frente con grandes esculturas de dos metros talladas en piedra blanca que cuentan infinidad de historias de nuestra ciudad. Cuando estén ahí, recuerden que es el arte de tres generaciones de marmoleros y talladores en piedra Bogotanos que no han dejado morir sus tradiciones.
Esta localidad es tan diversa que podemos pasar de la talla en Piedra al Hip- hop y los grafitis. Este año se cumplen 4 años consecutivos en el que se realiza “El festival de expresiones Urbanas (hip- Hop) de los mártires”. En el marco del festival e incentivando todas las expresiones artísticas, los grafiteros y artistas urbanos han logrado mantener intactas sus obras casi que en la totalidad de la localidad.
Es impresionante ver la calidad de estos grafitis. Es una experiencia única poderlos ver en vivo y en directo. Es un museo andante lleno de mensajes; a veces crueles y muy duros que muestran la realidad de la localidad, pero a la vez llenos de colores que generan seguridad a través de apropiación del espacio público.
fotos: Sergio Gómez y Laura Nieto
Si siguen la ruta de los grafitis, y caminan un par de cuadras se van a encontrar con el Barrio la Favorita. Y aquí les quiero mostrar dos lugares que ojala todos podamos conocer.
El primero, es un lugar que nadie se imagina que pueda existir – un amigo me dijo ayer que era como un oasis- y otra amiga cuando le conté dónde habíamos estado me dijo que cuando ella lo había conocido no creía que todavía se pudiera encontrar algo así en ese sector.
Sólo un portón verde con un letrero que dice: “prohibida la entrada, no fotos, no video”, es todo lo que divide al Pasaje Gómez de aquella ciudad caótica, oscura, e insegura. Indescriptiblemente no hay ruido, no hay malos olores, se respira otro aire, las personas que viven allí son de la tercera edad y en la entrada hay una cafetería.
No es más que media cuadra con las casas pintadas de colores, balcones grandes de madera con muchas flores naturales, y una terraza enorme que integra a toda la vecindad. Al salir se dan cuenta de lo mágico que ese mini callejón de la calle 16 con carrera 16 puede llegar a ser.
En el mismo barrio está el teatro San Jorge, con una fachada Art Deco pintada de azul que aún refleja lo que fue uno de los teatros más modernos de la Bogotá del siglo XX inaugurado en 1938. En este teatro se estrenó en 1940 “lo que el Viento se llevó” el 27 de septiembre con la elite cachaca de la época.
Aunque el teatro está en ruinas la esperanza que me queda es que ya hace año y medio largo la Alcaldía a través de Idartes compró el teatro y supe que tienen planes de restauración.
Ojala así sea!
Ahora, voy a dar un giro de 180 grados en la historia y les voy a mostrar algo maravilloso en una de las ollas más peligrosas de Colombia.
A las 12 del mediodía al lado del Bronx, en la zona más peligrosa de Bogotá todos los días en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús (Basílica menor- Voto nacional) el reloj del campanario se sincroniza y sale la imagen del Sagrado Corazón de Jesús como Cucú, tal cual como el reloj cucú en Wiesbaden en Alemania.
Seamos o no religiosos es algo que llama mucho la atención. Si llegan estar un día al frente de la Basílica menor, solo alcen la cabeza y verán de lo que les estoy hablando. Si son amantes de los relojes, pueden subir y ver cómo funciona el reloj del campanario que lo instalaron en 1938, es una cosa inmensa y espectacular por dentro.
Por último se me había olvidado contarles que en los mártires aún existen tiendas tradicionales Bogotanas. Con puertas grandes de maderas, que aún conservan esos estantes de vidrios transparentes donde guardan el pan. Aquellas tiendas que aún las atiende su dueño, unos viejitos de setenta años con sombrero, saco y casi que corbatín de los que ya no se ven por las calles. Un cachaco de verdad, verdad!
Como debo terminar ya, Les quedo debiendo más historias, cómo la de las guarderías de los Embera Chami construida por un alemán, la historia de “El Hampa” un rapero de la localidad que todos los miércoles en la noche reparte chocolate y pan a los niños del sector. La historia de la señora Myriam que la vendió su mamá desde muy pequeña y termino en el Bronx y obviamente la historia de John, aquel personaje que desde hace algunos años camina Bogotá todos los días y en sus ratos libres nos enseña a todos su visión de nuestra ciudad.
NOTA: No dejen de ir a Plaza de Yerbas en la noche. Recomendación: No vayan solos.
Información del recorrido: John Bernal- arcupa22@gmail.com
muy buen relato ,que realidad!!!!exelente ,gracias
Juliana gracias por trasmitir tantas emociones juntas es importante para saber que así como hay lugares estigmatizados y escondidos también existen personas que quieren conocer por sí mismos estos espacios y no quedarse con esa mirada desdibujada de gran parte de los medios de comunicación ! Gracias por la confianza y acudir al llamado…